jueves, 2 de marzo de 2023

Cuando intervenir en otros países está bien. "Paletos salvajes", de Íñigo Domínguez.

 Sobre las injerencias de EEUU en Italia.

"Empezó a destaparse todo. El gran arrepentido de la mafia, Tommaso Buscetta, había dicho en 1984 a Falcone que no iba a hablar de las complicidades políticas porque le iban a tomar por loco. Pero en 1992 rompió su silencio: «Solo digo un nombre, Andreotti». A partir de 1996 emergió otro oscuro trozo del pasado, el asesinato del periodista Mino Pecorelli en 1979. Andreotti llegó a ser condenado a 24 años en segunda instancia, pero fue absuelto en 2003. Sin embargo salieron a la luz inquietantes hechos y testimonios, sombras que aún esperan explicación. Es una locura contarlo todo, pero lo vamos a intentar: empieza con el secuestro y asesinato por las Brigadas Rojas de Aldo Moro en 1978.

Aldo Moro, ex primer ministro democristiano y uno de los líderes más importantes de su partido, se sintió abandonado en su cautiverio por los suyos e intuyó que querían librarse de él. Las razones son complejas, pero el trasfondo vuelve a ser la Guerra Fría. Moro, alarmado por el golpe de Estado en Chile en 1973 y preocupado porque se repitiera una situación similar en Italia en caso de victoria comunista, estaba a favor de ir incorporando al PCI a las instituciones para ir normalizando su presencia. Esta idea, pésima y peligrosa para Estados Unidos, se llamó «el compromiso histórico». Secuestrado por las Brigadas Rojas empezó a intuir que quizá había caído en el engranaje de la guerra sucia. Escribió entonces un famoso memorial, oculto hasta 1991, en el que contó todo lo que sabía de los trapos sucios italianos y cargó sobre todo contra Andreotti, por sus relaciones con la logia masónica P-2 y el banquero mafioso Michele Sindona.

Aquí se abre otro enrevesado culebrón: en pleno escándalo del IOR, la banca vaticana, Andreotti defendió hasta el final a Sindona, mezclado en este asunto y que chantajeaba al poder con sus secretos. El final fue que Sindona acabó envenenado en prisión con un café al cianuro en 1986. El abogado encargado de liquidar e investigar los manejos del banco de Sindona se llamaba Giorgio Ambrosoli y es otro de esos héroes, auténticos negativos de Andreotti, que hacen su deber a la luz del sol. Ambrosoli resistió a todas las presiones del mundo político para que se dedicara a otra cosa y fue asesinado en 1979. En 2010 Andreotti soltó una frase increíble que lo retrata: «Se lo andaba buscando».

La tesis de que hubo intentos de liberar a Moro, pero abortados desde el poder, tienen a Andreotti como uno de los principales protagonistas. Además debe recordarse que el gabinete de crisis del secuestro estaba infestado de miembros de la P-2. Eliminado Moro, quedaba el problema de sus escritos. Dos personas tenían el memorial, que era una bomba: el general Carlo Alberto dalla Chiesa, que lo descubrió y se lo entregó a Andreotti y, no se sabe cómo, el periodista Mino Pecorelli, que tenía buenos contactos en los servicios secretos y empezó a publicar insinuaciones. Pecorelli fue asesinado en 1979. Della Chiesa, el vencedor de las Brigadas Rojas, fue enviado a Palermo a luchar contra la mafia en 1982, pero aquello era una trampa y fue abandonado a su suerte. Antes de irse le advirtió a Andreotti que iría a por sus hombres de la DC en Sicilia. Fue asesinado en un atentado anómalo para Cosa Nostra, usada como mano ejecutora por encargo de terceros. Poco después alguien desvalijó la caja fuerte de su casa."


Y más injerencias estadounidenses, esta vez en Polonia:

"Para completar el cuadro, en la progresiva vampirización del Banco Ambrosiano y el enorme agujero que se abrió en sus arcas, tuvo mucho que ver el banco del Vaticano, el IOR, controlado por el arzobispo estadounidense Paul Marcinkus. En parte, porque el IOR bombeaba dinero para financiar el sindicato Solidaridad de Lech Walesa en Polonia, dentro de la diplomacia secreta del Vaticano para derribar el régimen comunista del país de Juan Pablo II. La banda de la Magliana también habría invertido dinero en el IOR, que después no pudo recuperar, una cuestión pendiente que volverá a salir más adelante."