miércoles, 24 de abril de 2013

Fahrenheit 451, Ray Bradbury

"O marcharemos por las carreteras ahora, y tendremos tiempo de aprender cosas nuevas. Y algún día, cuando estas cosas lleven un tiempo con nosotros, saldrán a nuestras bocas o a nuestras manos. Y muchas de esas cosas no servirán, pero sí otras, y en número suficiente. Comenzaremos a marchar hoy mismo, y veremos el mundo, y cómo el mundo se pasea y habla, y cómo es realmente. Quiero verlo todo ahora. Y aunque nada de esto me pertenezca, mientras lo miro me pasará el tiempo, y se irá depositando en mí, y al fin todo será yo mismo. Mira el mundo allí afuera, Dios mío, Dios mío, míralo allí afuera, fuera de mí, más allá de mi cara. Sólo hay un modo de tocarlo: hacerlo finalmente mío, metérmelo en la sangre, donde latirá diez veces, diez mil veces en un día. Lo tendré siempre conmigo para que nunca se me escape. Lo tendré conmigo algún día. Por ahora lo he rozado con la punta de los dedos. Es un comienzo."