martes, 25 de octubre de 2011

No te detengas.

Este texto lo encontré en internet, atribuido erróneamente al poeta estadounidense Walt Whitman. No es suyo, aunque algunas de las frases lo son, aparecen en sus poemas. Sin embargo me ha parecido muy bueno.

No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
"Emito mis alaridos por los techos de este mundo",
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros "poetas muertos",
te ayudan a caminar por la vida
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los "poetas vivos".
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas ...

Nanas de la Cebolla, de Miguel Hernández, 1910-1942.

( Dedicadas a su hijo, a raíz de recibir en la cárcel una carta de su mujer,
en la que le decía que no comía más que pan y cebolla)
.
La cebolla es escarcha
cerrada y pobre.
Escarcha de tus días
y de mis noches.
Hambre y cebolla,
hielo negro y escarcha
grande y redonda.
.
En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarchada de azúcar,
cebolla y hambre.
.
Una mujer morena
resuelta en luna
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.
Ríete, niño,
que te traigo la luna
cuando es preciso.
.
Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en tus ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
.
Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.
.
Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.
.
La carne aleteante,
súbito el párpado,
el vivir como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!
.
Desperté de ser niño:
nunca despiertes.
Triste llevo la boca:
ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
.
Ser de vuelo tan lato,
tan extendido,
que tu carne es el cielo
recién nacido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!
.
Al octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.
.
Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.
.
Vuela niño en la doble
luna del pecho:
él, triste de cebolla,
tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa ni
lo que ocurre.

domingo, 28 de agosto de 2011

La preocupación de los padres sobre sus hijos en Siddharta.

"-¡Pregunta al río, amigo! ¡Escucha su risa! ¿Realmente crees que has cometido tú esas necedades para ahorrárselas a tu hijo? ¿Acaso puedes protegerlo contra el Sansara? ¿Y cómo? ¿Con la doctrina, con oraciones, advertencias? Amigo, ¿has olvidado totalmente aquella historia, la del hijo de un brahmán, llamado Siddharta, que me contaste, aquí mismo? ¿Quién ha protegido del Sansara al samana Siddharta? ¿Quién del pecado, de la codicia, de la necesidad? ¿Lo pudo custodiar la piedad de su padre, las advertencias de los profesores, sus propios conocimientos, su propia búsqueda? ¿Qué padre o qué profesor han conseguido evitar que él mismo viva la vida, se ensucie con la existencia, se cargue de culpabilidad, beba el brebaje amargo, encuentre su camino? Amigo, ¿acaso creías que ese camino se lo podías ahorrar a alguien? ¿Quizá a tu hijo, porque lo amas y desearías ahorrarle penas, dolor y desilusiones? Aunque te murieras diez veces por él, no conseguirías apartarlo en lo más mínimo de su destino."

Genial este párrafo de Herman Hesse, ese miedo que todo padre siente sobre el destino de su hijo, esa sobre protección, el querer evitarle todo sufrimiento, ya que es un pájaro joven que no sabe nada sobre la vida, al que todos pueden engañar y no sabrá cuidarse de si mismo ni sobrevivir en la crueldad del mundo real.

Pues bien, a esos mismos padres, llegado el momento, nadie les ayudó ni les explicó lo que tenían que hacer en cada situación, lo fueron descubriendo por el camino. De eso habla este libro principalmente, de que la vida es un camino de descubrimiento, en todos los aspectos. De la vida, pero también de uno mismo. No hay destino, el camino es el destino en sí mismo, y nadie puede ayudarnos a caminar el nuestro.

jueves, 27 de enero de 2011

El hombre es un lobo para el hombre. Mi crítica de "Dersu Uzala", de Akira Kurosawa.

Me sorprendió desde un principio que la película comience desde el final, mostrándonos que el cazador había fallecido y, además, El capitán no es capaz de encontrar su tumba porque la civilización, de la que curiosamente tanto huía Dersu, acabó engullédole sin remedio, incluso después de muerto, un dato bastante curioso sobre el que reflexionar.

La película está dividida claramente en dos partes, la primera sería el primer encuentro entre los topógrafos, liderados por El capitán con Dersu. El capitán no es un personaje demasiado profundo, sino más bien un mero expectador, un medio para explotar el verdadero peso del film, que no es otro que la figura de Dersu.

Al principio Dersu es objeto de mofa por los soldados, pero se gana su respeto gracias a sus conocimientos de la vida salvaje, y por supuesto, al salvarle la vida al Capitán en la fenomenal secuencia del lago cogelado, seguido con un plano, a mi gusto magnífico, de los cuatro hombres caminando sobre el hielo a duras penas, arrastrando un trineo, dirigiéndose hacia el sol, ya en el ocaso, y que baña todo el paisaje de un naranja intenso. El sol se presenta subjetivamente en cada plano como una especie de Dios, algo que está sobre todas las cosas, y ya lo deja claro Dersu, "El Sol es el hombre más importante, si él muere, todos los hombres mueren". Una frase muy parecida usó Danny Boyle en su irregular film Sunshine, "Si el Sol muere, todos moriremos con él".

Pese a todo esto, que no es poco, lo mejor de la primera parte me pareció la conversación final, mientras los soldados y Dersu comen pescado en la cabaña de los nativos. El Capitán le ofrece a Dersu una tranquila y cómoda vida en la ciudad, pero éste la rechaza con un planteamiento muy básico, pero lógico e incontestable. "No puedo ir a la ciudad, porque no tendría trabajo. Aquí tengo comida, agua. Tengo mi vida." Es el hombre contra la sociedad, un avance de lo que pasará en la segunda parte del film, o más bien, la sociedad contra el individuo.

Esta escena de la cabaña me recordó a las palabras de Thoreau, "Me fui a los bosques porque deseaba vivir en paz, enfrentarme a la esencia misma de la vida y comprobar si era capaz de aprender todo lo que podían enseñarme. No quería descubrir, en el umbral de mi muerte, que no había vivido"

Thoreau, efectivamente se fué a los bosques, pero Dersu nació y creció en los bosques, pero ya intuye lo que le puede ocurrir en una vida ordenada. ¿Y que somos sino esclavos? ¿Acaso es menos laborioso salir adelante en la ciudad? ¿No es más miserable trabajar en algo anodino y carente de sentido que esforzarse en sobrevivir, en conseguir comida, agua, refugio, fuego...? Somos esclavos para que otros se enriquezcan con nuestro esfuerzo.

Eso parece decirme esta escena, y creo que el film no lo dice, sino que lo grita. Pero lo grita con el silencio que sigue a las palabras de Dersu, cuando los soldados lo contemplan mientras él tiene la vista perdida y la mujer les ofrece más pescado, pero ellos están tan absortos en esos pensamientos que no le hacen caso.

Poco tiempo antes, John Boorman había hecho su genial film, "Deliverance" o defensa, en su traducción. El personaje de Lewis, admirador de la caza, la pesca y la supervivencia en la montaña en general, advierte a su amigo, un hombre negocios de la ciudad, "Algún día las máquinas fallarán. El sistema se derrumbará, y solo el que esté preparado sobrevivirá. La supervivencia del más fuerte.".

En cuanto a la segunda parte de Dersu Uzala, Kurosawa nos deja ver que el gran problema no es la naturaleza, sino el hombre, cuando introduce el problema de los chinos. Bandidos que han atacado y matado a algunos pobladores de los bosques. El hombre comienza a aparecer como la amenaza, pero el hombre que se aleja del bosque, de la vida en la naturaleza. El dinero y la sociedad lo pervierten y le vuelven un lobo para el mismo hombre, como dijo Thomas Hobbes, "El hombre es un lobo para el hombre".

En medio de todo esto está el tema del tigre. Dersu se vé obligado a disparar a un tigre que se les viene encima, al parecer, intenta disparar para asustarle, pero está seguro de que le ha herido, por lo que el terror le invade y vé una muerte segura, ya que el tigre es un animal sagrado para su gente. Personalmente no veo la importancia de esto para el film, simplemente para reforzar la salida de Dersu del bosque quizás.

Kurosawa decide echar gasolina a la chispa que ha creado, y el catalizador será la ceguera de Dersu. Es una vuelta de tuerca. Dersu está perdiendo la vista y no podrá sobrevivir mucho tiempo sin ver a la caza. El capitán le ofrece una vez más una vida en la ciudad, y Dersu se vé forzado por las circunstancias a aceptar.

Lo que tan normal vemos, ahora parece patético. Dersu se pasa el día sentado mirando el fuego, quizá lo único de la salvaje naturaleza que queda en las casas (en las actuales ni eso), ya que Dersu se pregunta como el hombre puede vivir dentro de una caja. Tras unos incidentes que muestran su incapacidad para adaptarse a la vida cómoda (no puede llevar armas en la ciudad, no quiere pagar por el agua, quiere talar un árbol para conseguir madera de un parque) decide que lo mejor es volver al bosque y aceptar su destino. Es más digno morir de hambre que vivir muerto en vida encerrado e incomprendido en una ciudad. Otra vez la supervivencia del más fuerte aparecerá en el destino de Dersu.

La escena en que se lo comunica al Capitán es simplemente magnífica. Todos saben lo que sucederá. La muerte de Dersu es inevitable. Pero el Capitán no ve otra salida que subir tranquilamente las escaleras y bajar con su mejor rifle para regalárselo a Dersu, sin duda merecedor de este obsequio, su amigo, que le salvó la vida, pese a que eso no evitará su muerte. Es una muestra de respeto más que una ayuda.

Poco después encontrarán el cadáver de Dersu, y el Capitán asiste hundido a su entierro, con un funcionaría al que no le importa nada, que tiene prisa por irse y dos obreros que lo entierran en una tumba como a un perro. Tan solo el palo en el que se ayudaba Dersu, queda como símbolo de ese gran hombre.

Pero Dersu no ha muerto como se preveía, por su ceguera. Murió cuando le robaron el rifle que el Capitán le había regalado. Otra vez el hombre aparece como el lobo, la maldad, "juda", esa palabra rusa que tanto aparece en el film que significa "malo".

Esto unido al comienzo, donde la tumba ha desaparecido, nos da a entender que la sociedad pasa como un rodillo por encima de los hombres, que no importamos nada, y que eso mismo nos pervierte y nos vuelve seres malignos.

Un film que es un canto a la naturaleza, a la amistad y sobretodo, una muestra de lo que hemos perdido por el camino del progreso, y que se muestra ya, irrecuperable.

sábado, 8 de enero de 2011

El bueno de Jack Kerouac

"Pero entonces bailaban por las calles como peonzas enloquecidas, y yo vacilaba tras ellos como he estado haciendo toda mi vida mientras sigo a la gente que me interesa, porque la única gente que me interesa es la que está loca, la gente que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con ganas de todo al mismo tiempo, la gente que nunca bosteza ni habla de lugares comunes, sino que arde, arde como fabulosos cohetes amarillos explotando igual que arañas entre las estrellas y entonces se ve estallar una luz azul y todo el mundo suelta un '¡Ahhh!'."

Sal Paradise hablando sobre sus nuevos amigos. "En el camino", Jack Kerouac.

jueves, 6 de enero de 2011

Moby Dick

Algunos de los mejores párrafos que he leído hasta ahora de Moby Dick:

Capitán Ahab:
"Y la perseguiré más allá del Cabo de Buena Esperanza, y más allá del Cabo de Hornos, y más allá del Maelström noruego, y más allá de las llamas de la condenación antes de darme por vencido. ¡Y para esto es para lo que os habéis embarcado, marineros! Para dar caza a esa ballena blanca de uno a otro extremo, por todos los sitios de la tierra, hasta que eche un chorro de sangre negra y estire la aleta. ¿Que decís, marineros? ¿Uniréis vuestras manos en ello ahora? Creo que parecéis valientes."

Del poema "Sparkling and brigth" de Charles Fenno Hoffman:
"Beberemos esta noche con corazones alegres
por el amor, tan alegres y fugaces
como las burbujas que nadan en el borde del vaso
y que se rompen en los labios cuando los encuentran"